Las puertas y sus marcos son elementos valiosos en el hogar, los propietarios le prestan mucha atención y cuidados, por varias razones, aparte de la estética, también está el aspecto de la seguridad. Recuerde que un marco o una puerta defectuosa, sería casi un obsequio para los delincuentes que están en la eterna búsqueda de viviendas de fácil acceso para hacer de las suyas.

Evaluar las condiciones del marco

El primer paso es verificar las condiciones del marco, cuando éste es de madera., por lo general se puede reparar cualquier daño con un poco de masilla, para luego lijar y barnizar, y la puerta quedará como nueva.

Pero hay casos en los que se debe realizar un trabajo un poco más profundo, incluso es posible que sea necesario contratar a un cerrajero profesional si entre las partes que requieren mayor atención esté incluida la cerradura, incluso las bisagras o los pernios.

De hecho, de ser necesario desmontar la puerta, para hacer el proceso de volver a colocarla en su lugar, es posible que requiera un poco de ayuda, porque si se comete algún error en las mediciones, puede dañar toda la estructura.

Es poco probable que sea necesario un reemplazo total del marco de la puerta, a menos que el daño sea muy grande, sin embargo, esta decisión será de parte de la persona que se encargará de hacer la revisión.

Eliminar la parte dañada

Una vez definido el nivel del daño, en caso de requerir una pequeña reparación, sin necesidad de remover la puerta, la reparación sería inmediata, pero si el deterioro es un poco más complejo, entonces es momento de ubicar herramientas.

Será necesario remover la puerta, para poder eliminar esa parte del marco que debe ser reemplazada, todo este proceso debe ser hecho con mucho cuidado para evitar maltratar la puerta o esa parte del marco que debe quedar intacta.

Si la parte maltratada es la del pestillo o la que contiene los pernios o bisagras, es probable que posteriormente requiera los servicios de un cerrajero para volver a hacer el encuadre de la puerta.

Arreglar y volver a ensamblar

Una vez que se han realizado todas las reparaciones necesarias al marco, y a la puerta si lo requería, recuerde hacer todo el proceso de lijado y barnizado, para aprovechar las condiciones para dejar el marco como nuevo, no olvide que debe dejar secar muy bien el barniz para evitar marcas que van a afectar la estética de la puerta.

Es necesario volver a instalar todas las partes que fueron removidas, de manera que quede todo bien cuadrado, para que no exista desnivel alguno y luego proceder a montar la puerta.

Esta última parte debe ser realizada como si fuese la primera vez que se instala la puerta, es decir, se debe cuidar el detalle de medir bien la ubicación de las bisagras o pernios, así como medir la cerradura a la perfección para marcar el pestillo e instalar la pieza correspondiente.

Reparar el marco de la puerta es mucho más económico que realizar la compra de un nuevo marco, aunque el trabajo para reformar el marco requiera un poco de trabajo.